Es una imagen que simboliza las carencias de la Justicia en Pontevedra: funcionarios judiciales taladran los sumarios para mantener unidos todos los documentos.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
En plena era digital, en la que cualquier noticia da la vuelta al mundo en cuestión de segundos, en la que ya se habla de libros electrónicos que albergan miles de obras literarias, en Pontevedra, los funcionarios de Justicia tienen que utilizar taladro, aguja e hilo -más bien, cordel- para unir todas las piezas de los procedimientos. Es la imagen simbólica de las escasez de medios que no dudan en denunciar la mayor parte de los actores implicados.
Por partes. La carencia de un sistema efectivo para encuadernar los centenares y centenares de páginas de que consta habitualmente una causa hace que se tengan que perforar las hojas y documentos con el taladro. Luego es cuestión de pasar una aguja con un cordel varias veces por el hueco creado y hacer un nudo fuerte para que todo el tomo permanezca unido.
Ante esta situación, fácilmente se pueden imaginar las necesidades de Pontevedra, una ciudad en la que hace once años se inauguró un edificio judicial que ya ha quedado desbordado. De hecho, ante la falta de espacio algunas jurisdicciones se ubican en la sede de la Audiencia Provincial. Para paliar esta situación, la Consellería de Xustiza está pendiente de que el Concello ponga a su disposición los terrenos donde se deberá levantar el nuevo inmueble para empezar a acometer el proyecto.
En este marco de carencias se sitúan las demandas de nuevos órganos judiciales. Es el caso del segundo juzgado de menores, que, a día de hoy, es el órgano judicial que más asuntos pendientes suma. Todos los actores sociales coinciden en que sería conveniente crear un segundo juzgado, ya que el existente tiene una competencia provincial y prácticamente está al límite. «Es un tema preocupante. Hay un atasco, sobre todo en materia de responsabilidad civil», precisó el presidente de la Audiencia, Francisco Javier Menéndez Estébanez. Similares palabras empleó Belén Rodríguez, responsable de Comisiones Obreras del sector Xustiza: «El trabajo es mortal. Están saturadísimos».
Más contundente fue Delmiro Durán, su homólogo en la CIG: «A situación é alarmante».
Sin embargo, no es solo esta jurisdicción la que precisaría de un nuevo órgano judicial. Mientras unos consideran prioritario crear el cuarto órgano del orden penal, otros sitúan la necesidad más inmediata en el social. «Con todas las reformas de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en los penales las ejecutorias desbordan por todos los lados», sostiene Belén Rodríguez, cuyo sindicato ya alertó semanas atrás de que es preciso, a corto plazo, reforzar las tres salas de lo social existentes ante el previsible incremento de asuntos relacionados con la crisis.
Todo esto «no quita que en Pontevedra, en instrucción, se necesita un juzgado», matiza Menéndez Estébanez.
Todos ellos, al igual que en su día lo hizo el decano de los abogados, Eloy Artime, hicieron suyas la ya reiterada demanda de dotar a la capital de un órgano que atienda en exclusiva todos aquellos casos de violencia sobre la mujer. «Tería que ser un xulgado comarcalizado. Somos conscientes de que Pontevedra non ten volume suficiente de casos para un xulgado exclusivo, pero si os ten a comarca», concluye el representante de la CIG.