Un ourensano preparó queimada en una fiesta familiar con el actor Martin Sheen y su hijo Emilio
A Billy el Niño, malo donde los haya, nadie le tosía. Aun siendo de gatillo fácil, le hacían beber cualquier cosa cuando se asomaba a la pantalla. Igual te colocan en la mano un vaso de leche como un simple y anónimo matarratas. Son cosas de guionistas y cada uno se toma sus licencias. El actor Emilio Estévez, que en un par de ocasiones se ha metido en la piel del legendario pistolero, en películas por estos pagos tituladas Arma joven e Intrépidos forajidos , iniciado por casualidad en el disfrute del aguardiente de hierbas, ha superado este verano una de las pruebas de fuego de la galleguidad: la queimada. A nadie extrañe, por ello, que en su próxima película, la que prepara con su padre Martin Sheen sobre el Camino de Santiago, haga su particular guiño.
Padre e hijo se han dejado ver por Galicia durante este mes. Quieren profundizar en sus raíces gallegas, conocer la tierra de donde habían salido sus antepasados y rendirles su particular homenaje con una película sobre el camino, al que, por otra parte, para siempre estarán ya ligados. Un hijo de Emilio conoció a la que ahora es su pareja en el establecimiento de hostelería que su familia regenta en una de las castellanas paradas de la ruta. Fue aquí donde Emilio Estévez supo del aguardiente de hierbas, cuando le ofrecieron y probó el que elabora en su casa el ourensano Edesio Fuentes, un funcionario de la administración de justicia que comparte amistad con la que ahora es familia política del actor. Tal es la relación que él y su esposa acudieron a la fiesta privada celebrada en Burgos a primeros de agosto para brindar por esa nueva pareja que unió el Camino.
Sorprendido y agradecido el alquimista al comprobar cómo Emilio Estévez no solo sabía de su aguardiente, sino que la apreciaba y la valoraba, se atrevió con el siguiente paso. La queimada. Experiencia tiene como queimador y en algún momento debía presentar credenciales, él sin coroza, para que se le reconociese como tal. Y si los Sheen/Estévez tienen sangre gallega, se animó, qué mejor que mostrarles uno de los ritos y los sabores que más llaman la atención, seas de Salceda de Caselas o de A Peroxa.
La receta
Por cada litro de aguardiente, doscientos gramos de azúcar y unos limones picados, por aquello del color y el contrapunto. Ni frutos, ni granos de café, ni chorro de tinto, ni nada que se le parezca. Receta clásica y tan amigos: traguito va, traguito viene, sonrisas, gestos de asentimiento y alguna que otra palmadita en la espalda.
Que, por cierto, a la hora de preparar su aguardiente, la composta , Edesio es de los que no se conforman con la bolsita de «hierbas» de la farmacia, que simplifican y también homogeneizan el proceso de elaboración como quien se prepara un descafeinado de sobre. Él va mucho más allá, se esfuerza en buscar los mejores ingredientes. Y si hay que innovar, pues también. ¿Le irá bien algo de ginseng? ¿Y un punto de jengibre? ¿Qué mejor que una buena canela en rama traída directamente de algún mercado mediterráneo? Pues eso.